Nuestro sistema evita la mortalidad de las aves en los aerogeneradores
Antón Hernández
gerente de Artificial Vision
Fuente: GuiadePrensa
Los aerogeneradores se han abierto paso con fuerza en España en los últimos años como una vía para obtener energía limpia. Artificial Vision es una empresa española que ha desarrollado un sistema que reduce el impacto de los parques eólicos sobre el medio ambiente. Hablamos de ello con su gerente, Antón Hernández.
¿Qué es Artificial Vision?
Uno de los principales problemas de los parques eólicos es el gran número de aves que mueren a causa del impacto contra las palas de los aerogeneradores. Lo que proponemos con Artificial Vision Air Detection es un novedoso sistema que evita todo eso de forma automática.
¿En qué consiste?
Se trata de un sistema que combina el uso de cámaras de ultra alta definición (4K) con la inteligencia artificial y el deep learning para detectar la presencia de aves a partir de 600 metros de distancia. Cuando los pájaros están a menos de 300 metros, el sistema trata de ahuyentarlos mediante un sistema de sonido y en caso de que no se logre, el sistema comanda la detención del aerogenerador en una parada que se realiza entre dos y ocho segundos. De este modo es posible reducir muchísimo la cantidad de aves que mueren por impactos con los aerogeneradores. Y esto es especialmente significativo en un país como España, que por su ubicación geográfica es zona de paso para muchas especies de aves migratorias.
Pero no es la única aplicación del sistema…
También puede emplearse la misma tecnología para la detección de aves y drones en aeropuertos. Con un sistema así podría haberse evitado el problema que ocurrió hace unas semanas en el aeropuerto de Barajas. En cualquier caso, tenemos la capacidad necesaria para adaptar la configuración del sistema a las necesidades de cada cliente y de cada situación.
¿A qué perfil de cliente se dirigen?
El sistema es muy versátil y puede ser empleado por propietarios y explotadores de parques eólicos, ornitólogos, empresas de estudios de impacto ambiental, organismos de gestión aérea… Las posibilidades son muy grandes.
¿Desde cuándo comercializan el sistema?
El sistema nació de un proyecto de investigación Neotec hace dos años. Los primeros doce meses los dedicamos al desarrollo y ajuste del producto, de modo que lo estamos comercializando desde hace un año. El pasado año acudimos a la feria WindEurope de Bilbao y pudimos contactar con empresas eléctricas de primer nivel que se mostraron muy interesadas en el producto. Actualmente ya se está instalado y funcionando en varios emplazamientos. Tenga en cuenta que la normativa varía en cada comunidad autónoma y el impacto de los aerogeneradores sobre las aves puede traer repercusiones negativas para las empresas.
¿Cuáles son los retos de futuro de la empresa?
Se estima que la producción de energía eólica se va a duplicar en España para el 2030, de manera que creemos que nuestro sistema puede ser muy útil para que ese crecimiento sea medioambientalmente sostenible. Nosotros estaremos atentos a cualquier evolución tecnológica que pueda producirse y, gracias al contacto que mantenemos con la universidad, trabajaremos para incorporarla al sistema. Paralelamente, seguiremos trabajando en nuestra segunda área en negocio, que consiste en sistemas de autopilotos para el control del vuelo de vehículos no tripulados desde 50 hasta 4.000 kilos, un producto del que se ocupa nuestra segunda empresa Airelectronics.